lunes, 4 de marzo de 2013

NAVEGANDO POR EL MAR DE LAS DUDAS

            Si eres inquieto e imaginativo, además de amante de la náutica, en el proyecto de recuperación del Carmen Barcia encontrarás un espacio para la creación, (teatro, música, arqueología submarina, fines ecológicos, energías limpias, etc...), a continuación, expondré como ejemplo, mi propia parcela de actuación como aporte al proyecto general.
            En estos últimos años se ha experimentado un avance muy significativo de la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo de la navegación a vela, hay colectivos que han adaptado embarcaciones con este fin, en estos momentos la oferta de veleros adaptados es muy amplia para la mayoría de las discapacidades exceptuando la visual, en este terreno, podemos observar que, no obstante, la discapacidad visual, aún teniendo en su historia experiencias de navegación, no ha estandarizado un sistema que sirva para la navegación autónoma de invidentes. Es por ello, que sin dejar de incorporar las adaptaciones usuales para la discapacidad física o intelectual, pretendo incluir en este gran velero de madera nuevos sistemas electrónicos y de sóftwer, así como implementos mecánicos que posibiliten el acceso de los ciegos a toda la información indispensable, tanto dentro como en el exterior del velero, por una parte estaría la geolocalización: (radár, sónar, gps, cartografías),  y por otra parte estaría la información relativa al barco: (orientación, rumbo, derrota, escora, disposición de las velas, ángulo de ataque sobre las olas), es decir, el velero estará adaptado a cualquier tipo de discapacidad.
            Partiendo de este conjunto global de adaptaciones, el Carmen Barcia contará con el apoyo de varios desarrolladores de sóftwer y un Doctor en electrónica y telecomunicaciones entre sus colaboradores, con el objeto de ser laboratorio para el desarrollo de nuevas adaptaciones y para la mejora de las adaptaciones existentes mediante la evaluación sistemática de las diferentes necesidades de cada usuario.
            El proyecto estará diseñado para que el usuario, tanto si es discapacitado como si no lo es, tanto si prefiere viajar en solitario como en compañía de familia o amigos, experimente el auténtico placer de la vela en absoluta seguridad, con el encanto de hacerlo en un gran velero de madera y disfrutar de una experiencia única en un marco incomparable.
            Instalaciones del velero: biblioteca, sala de cine, conciertos y conferencias, solarium, enfermería, bar-cafetería, museo, sala de juegos, centro de buceo y pesca deportiva. También dispondremos de los siguientes servicios: camarote personalizado, acceso wifi a Internet, servicio de restauración.
            El viaje y la convivencia a bordo del Carmen Barcia serán concebidos para que si por fin te animas, acabes formando y sintiéndote parte del proyecto y la tripulación. Te sugiero que durante los meses de reparaciones en tierra, teniendo en cuenta que acabarás disponiendo del buque como propio, puedes decidir obtener algún título de navegación aumentando así el nivel de conocimientos náuticos y grado de habilidad o destreza en el arte de la navegación, tanto si es una primera experiencia de iniciación a la vela como si ya partes de experiencias o conocimientos náuticos anteriores, con el objeto de comandar la nave como capitán, nada de rigurosas escalas jerárquicas preestablecidas, está claro que la disciplina es necesaria y que quien está al mando es el capitán, mas en este barco hasta el último grumete es copropietario armador y por lo tanto toma decisiones no técnicas junto con el resto de la tripulación, pero siempre puede haber varios capitanes que se vayan cediendo el mando y haciéndose con el gobierno de la nave sucesivamente.

Después que Nacho y yo, mi amigo el capitán de Palma, habíamos finalmente decidido meternos de lleno en el proyecto de recuperación del Carmen Barcia, Nacho me explicó que podíamos hacernos cargo del barco y de los gastos generales de mantenimiento pero que bajo ningún concepto debíamos empezar a gastar dinero de nuestros bolsillos en la reparación, más siendo tan precaria y exigua nuestra capacidad económica. Es por ello que había que dar forma a una propuesta con el fin de obtener fondos para la reparación, que íbamos a tener que vender el proyecto sobre el papel por adelantado.
después de haber convencido a nuestro querido capitán de la gran oportunidad que podría suponer rescatar el Carmen Barcia, aún estando yo interesadísimo en hacer prosperar el asunto, acabé por convencerlo de lo contrario, el hecho de arreglarlo suponía buscarnos la vida por nuestros propios medios, teniendo en cuenta el bajo coste del amarre en puerto y del dique seco, ahora bien, si vamos a hacer un presupuesto, por ejemplo 50.000 euros, resulta que por esa cantidad de dinero e incluso por cantidades muy inferiores obtendríamos al momento un velero que con muy poco se haría a la mar sin problemas, evitándose así muchos disgustos y quebraderos de cabeza, ahorraríamos tiempo que podríamos invertir en mejorar, reformar, adaptar, incorporar o modificar cualquier elemento del buque en vez de trabajar en una ardua reconstrucción, también hay que tener en cuenta la nayor exijencia en el mantenimiento que supone un casco de madera frente a un casco de acero o fibra de vidrio.

 Las circunstancias no son favorables, la empresa no es pequeña, ya he recibido varios contactos pero al igual que yo también se hallan navegando en el mar de las dudas. Pese a todo, es una situación insólita que me veo incapaz de dejar pasar, por lo que intentaré mantenerlo durante unos cuantos meses con el objetivo de publicitarlo durante algún tiempo y ver si así se puede llegar a crear un grupo que se involucre y comparta la aventura.

Esta semana viajaré a Cartagena, el día 8 de marzo hay un festival y me han invitado para actuar, aprovecharé este viaje para conocer al señor don Pedro Román, si le es posible, creo que tiene muchas cosas interesantes que contar y algún sabio consejo que otro en relación a barcos de madera, la semana pasada hablé con él,
le planteé la pregunta de la siguiente manera: Don Pedro, ¿no habrá por ahí algún otro artículo que haya sobrevivido del Calima?, me dijo que poca cosa, una radiobaliza y una plataforma que sirve para adaptar en la cubierta una rampa para silla de ruedas, agradecido donde los haya le dije que obviamente ya me daba vergüenza pedir tanto y que no queriendo abusar de su generosidad, estaba claro que por todos estos artículos acordaríamos un precio, con regalarnos la jarcia... de inmediato me comunicó que en absoluto resultaría gratuito, me dijo que le habían ofrecido 18.000 € los propietarios de la urbanización en cuya rotonda se pretende instalar este aparejo, al ser para un velero  se podría hacer un paquete con todo por unos 15.000 €, inmediatamente le pedí disculpas por el error y le aseguré que lo comprendía, aunque cuando reflexioné un poco tras colgar me pregunté porqué este hombre después de haber estado regalando el calima entero a quien se lo quisiera quedar durante la semana previa a su hundimiento, ahora querría sacar beneficio de una pequeña parte rescatada a la tragedia, al no aparecerle dueño se firmó el hundimiento voluntario, no me lo quedé porque no se publicitó lo suficiente y no llegué a enterarme hasta que ya no tenía remedio, cómo es que con la que está cayendo ahora a nivel urbanístico se le ocurra a nadie pagar tanto por un adorno para una rotonda, también es cierto que no sé nada de nada acerca de las personas, las circunstancias ni las motivaciones por lo que no pretendo juzgar y presento estas líneas como una simple reflexión. Aprovecharé también para dar un paseo con el Gitánic-VI y trataré de enrolar a algún piratilla aladroque para que me acompañe a Galicia a visitar, ver y examinar el Carmen Barcia antes de tomar la decisión final.

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